Vacaciones. Que bien se escucha esa palabra y más cuando tenía semanas esperándola con ansias.
Por fin llegaron, ya están aquí, y para mi comenzaron desde el jueves por la tarde. Que descanso, que alivio y que dicha. Se siente tan bien saber que por las tardes no hay que ir a la uni.
Por fin llegaron, ya están aquí, y para mi comenzaron desde el jueves por la tarde. Que descanso, que alivio y que dicha. Se siente tan bien saber que por las tardes no hay que ir a la uni.
Oh oh, pero ahora que recuerdo, no tenemos el suficiente tiempo que hubiera querido. Solo es una semana, y en ella tengo que hacer muchas cosas.
Tarea de Producción Multimedia, debo pintar mi cuarto, tengo una sesión de fotos pendiente con Newman, necesito ir a San Diego con mi mamá, aparte quedamos con la profe de Mercadotecnia que saldríamos a las afueras de la ciudad para que conociera un poco (ella es de Monterrey).
Creo que ahí ya se me fue más de la mitad de mi semana de vacaciones. Sin contar que los sábados tengo el programa de radio.
Es cruel ¿Por qué no tenemos dos semanas libres como la educación básica? Se imaginan, dos semanas para descansar, libres de presión alguna.
Oh no, cruel realidad, aun no comienzan mis vacaciones y ya me estoy lamentando. No quiero regresar a clases. En realidad nos espera mucho trabajo con el foro de playas de proesteros.
Pero bueno, así es la vida de un estudiante, y más cuando estás en el último año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario